MARCHA A JUAN PAMUCENO
Juan Pamuceno Alamonte fue el personaje mexicano más atacado por la sátira política surgida durante la Intervención, tanto por haber colaborado activamente con ésta, como porque se le atribuyeron aspiraciones a la "Corona" de México. Tiene, pues, el record de cantos dedicados. Entre todos ellos destaca, por su difusión, la Marcha a Juan Pamuceno, en cuyas coplas -compuestas por Guillermo Prieto (Fidel) - se hace mofa del castellano hablado por un indígena: Pamuceno. La burla tiene sentido, pues Alamonte, de origen tarasco, llevó sus simpatías extranjeras al extremo de dirigir discursos al pueblo mexicano en francés, según consta en un periódico de la época.
La letra que se presenta apareció en La Orquesta, 16 de abril de 1862. Se suprimieron 4 cuartetas para no hacer tan larga la versión.
La música corresponde a uno de los sones más antiguos del acervo tradicional de los grupos hablantes de mexicano, el Xochipitzáhuac, bailado y cantado en las bodas. La versión fue tomada del libro de Vicente T. Mendoza, La canción mexicana.
Amoquinequi*, Juan Pamuceno,
no te lo plantas el Majestá,
que no es el propio manto y corona
que to guarache,
que to huacal.
Amoquinequi, Juan Pamuceno,
no te lo plantas el Majestá,
que no es el propio manto y corona
que to guarache, que to huacal.
El Tata Cura que te dió vida **
murió ensñando la libertad,
que era insorgente muy decedida
y que fue coco del Majestá.
Corriendo el tiempo creció el "pitoncle",
se puso fraque, comió bestec,
indio ladino, vende a to patria
y güiri güiri, con el francés.
Al rey de Francia vio Pamuceno
y -pagrecito- le dijo luego,
voy y te vende carbón de entrego
del mexicano so gran suidá.
Lo chequetito se come crudo;
jurta franceses que es compasión;
a lo marido vuelve cornudo
-Manda a mi tierra seré rey yo.
Amoquinequi, Juan Pamuceno,
no te lo plantas el Majestá,
que no es el propio manto y corona
que to guarache,
que to huacal.
VOZ
Con teponaxtle saldrán los pueblos
a hacer saludos al virrey Juan,
habrá tortillas como montañas,
de mole verde formaré un mar.
Mucho me adoran los mexicanos,
saben que Alamonte lo vende bien,
ya con Santa Anna, ya con Paredes,
ya en Nuevo Orlines y ya en francés.
Amoquinequi, Juan Pamuceno,
no te lo plantas el Majestá,
que no es el propio manto y corona
que to guarache, que to huacal.
Verás que todos los sacristanes
dirán que viva Luis Napoleón,
serás el Papa de los aztecas.
Para los frailes, mejor que Dios.
Y el francesito se regodeaba:
"¿Y qué me dices buen Saligny?"
Y ese gabacho le contestaba:
- ¡Oh! la canalla ... buena por tí.
Amoquinequi, Juan Pamuceno,
no te lo plantas el Majestá,
que no es el propio manto y corona
que to guarache, que to huacal.